poemas de buenas noches para enamorar
1. Cuando el sol se esconde, tus ojos son la luz que apaga cualquier sombra de mi noche.
2. Cerramos los ojos y el mundo se desvanece, dejándote a ti, la única canción que quiero escuchar.
3. Entre susurros de brisa nocturna, deseo que tu corazón lata al compás de mis pensamientos.
4. La luna se torna cómplice, testigo de que cada estrella escribe tu nombre en mi cielo.
5. Cada sueño que inicie será un caricio donde tu presencia me guarde sin temores.
6. Bajo el manto de la noche, mi corazón canta en tono dulce por tu rostro de luna.
7. Al cerrar la puerta del día, recuo la promesa de que será tu sonrisa la que al alba renueve mi esperanza.
8. El eco de tus palabras tánda como un faro, que me guía aunque esté lejos de tu calor.
9. Cuando parezcas dormir, que mi pensamiento te envuelva como la suave bruma de la madrugada.
10. Que la paz que el crepúsculo ofrece se inmoble en la certeza de que eres mi sueño vivo.
11. Me atrevo a cantarte que, en cada susurro, grito silencioso tu nombre al universo.
12. Al simular el sueño en que rezo por ti, mi corazón canta el reflejo de tu presencia.
13. Cada amanecer será el reflejo de la ternura que dejo en tu recuerdo al cerrar la tarea de la noche.
14. De la noche al alba, sigo mi camino de esperanza a tu lado, aunque solo esté en sueños.
15. Que la serenidad de la noche se enmascara en la ternura de tu abrazo imaginario.
16. El almuerzo en la noche no basta; anhelo un beso que repartí entre tus ojos antes de dormir.
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18. Estoy a la espera de tu despertar para contar nuestras metas de amor antes de que el día nos separe.
19. Asumo sueños al reír cuando luces en la oscuridad, sin temor a que el bien sea suficiente.
20. En la quietud de la noche, mi cuerpo habla de un deseo, eso quiere decir que no muestro nada.
21. Si guardas tu sonrisa de un futuro, me encantaría acompañarte con sus brillantes pedazos.
22. Por la oscuridad que día empieza, quiero saber que eres la luz que guie mi camino con dulzura.
23. Que tu sueño sea enteramente inocente y mi morada sea el silencio de tus pensamientos.
24. Quedu, atrapada en la noche, en ser la corriente de lo que un sueño a hace con mi querer.
25. Al saltar el sueño, espero que no alcance apertura más que en una tarde de luz.
