Cuando un niño sonríe, el mundo se detiene a mirar.
Los ojos de un niño son los espejos más puros.
Un niño criado con amor ilumina la oscuridad.

Los sueños de los niños son la realidad del mañana.
Un niño jugando susurra esperanza al futuro.
El tiempo dedicado a los niños nunca es desperdiciado.

Manos pequeñas inician los cambios más grandes.
La risa de un niño cura el silencio.
Respetar a los niños es respetar a la humanidad.

Para ver el futuro, mira a los ojos de un niño.
Cada niño es una historia escrita con amor.
Los niños crecen y hacen crecer el mundo con ellos.

Un niño feliz es una victoria silenciosa.
La infancia es el color más brillante de la vida.
Los niños aprenden por ejemplo, no solo por sueños.
La mano de un niño es el símbolo más suave de paz.
Incluso en silencio, un niño habla con el corazón.
Escucharles es verdadera comunicación.
Ser niño es libertad para soñar.
Pequeños pasos comienzan grandes viajes.
El sueño de un niño es la verdad del mañana.
La justicia para los niños sana a toda la sociedad.
Los niños florecen como flores, con cuidado.
Confiar en los niños es creer en el futuro.
Con corazones frágiles, dan el mayor amor.
La risa de un niño es la melodía de la vida.
Un niño amado será un adulto amoroso.
Los niños callan, pero sus ojos hablan.
Valorar a los niños es valorar a la humanidad.
La curiosidad en los niños es la raíz del conocimiento.
La bondad crece en el corazón de los niños.
Cada niño lleva un universo entero dentro.
Incluso en silencio, colorean el mundo.
La sonrisa de un niño define la inocencia.
El futuro vive en el corazón del niño que abrazas hoy.