Compartir es multiplicar; dar aunque sea un poco es ganar mucho.
El camino que recorremos juntos es más significativo que ir solo.
Ayudar a otros es recordar a la humanidad sobre la humanidad.

El corazón crece y el amor se multiplica al compartir.
Tomarse de las manos ilumina los días más oscuros.
Quien comparte una gota de agua conoce el valor del mar.

Una mano que ayuda nutre la esperanza.
Compartir no es dar pedazos de lo que tenemos, es abrir el alma.
La bondad crece cuando se comparte, nunca disminuye.

La verdadera riqueza es tocar la vida de los demás.
El apoyo mutuo es la mayor fuerza en la vida.
Compartir amplifica la voz del corazón.

Ayudar aligera la carga del otro y eleva el propio espíritu.
El regalo más valioso es la ayuda sincera.
Compartir es el acto más bello que nos hace humanos.
Hacer el bien es el lenguaje más puro del corazón.
Ayudarse es ser fuertes juntos.
Un poco de amor calienta miles de corazones.
Compartir multiplica el significado de la vida.
Quien siembra semillas de bondad, cosecha esperanza.
Extender una mano amiga es encender una vela en la oscuridad.
Compartir alivia las penas y aumenta las alegrías.
Una persona es tan humana como lo que comparte.
Ayudarse es el corazón de la sociedad.
El amor crece cuando se comparte y acerca los corazones.
Compartir es descubrirse a uno mismo.
La bondad es como una cadena; si un eslabón se rompe, los demás sufren.
Una mano amiga es el símbolo más fuerte de esperanza.
Compartir es el vínculo más fuerte que nos conecta con el mundo.
La verdadera felicidad está en la felicidad de los demá