El orgullo es un reflejo del respeto propio.
El verdadero orgullo no se mide por el éxito, sino por mantenerse firme.
El orgullo es el arma más fuerte de quienes pueden admitir sus errores.

Los grandes llevan humildad, no orgullo.
El orgullo a veces transforma a la persona en su mejor versión.
El orgullo comienza con el amor propio, no con menospreciar a otros.

Quienes no pierden su orgullo pueden conquistar el mundo.
El orgullo se alimenta de honor, no de ambición.
Ser orgulloso significa no cerrar el corazón.

El orgullo es un límite; si no se cruza, no trae libertad.
El orgullo no es la recompensa de la victoria, sino de la lucha.
Protege tu orgullo, pero no lo confundas con arrogancia.

El orgullo es un viaje hacia uno mismo.
El orgullo significa no rendirse y creer en uno mismo.
El orgullo es la danza del coraje y la paciencia.
El mayor orgullo es la felicidad del corazón.
El orgullo eleva el carácter, no a la persona.
El orgullo es conocer tu valor y hacerlo tuyo.
El orgullo es una fuerza interna, no una exhibición para otros.
El orgullo no es esconder tus errores, sino aprender de ellos.
El orgullo es la expresión del valor que te das a ti mismo.
Ser orgulloso significa aceptar tu propia historia.
El orgullo es mantenerse firme frente a las dificultades.
El orgullo eleva la sinceridad, no el éxito.
El orgullo es estar en paz contigo mismo.