El resentimiento es el llanto silencioso del corazón.
Las heridas más profundas se abren con el resentimiento.
El resentimiento es la prueba más delicada del amor.

El resentimiento existe no para olvidar, sino para aprender.
Aferrarse al resentimiento es traicionar tu propia alma.
Lo más difícil de perdonar es el resentimiento más profundo.

El resentimiento a veces es la expresión más fuerte del silencio.
Cargar resentimiento pesa en el corazón.
El resentimiento es la sombra del pasado; la luz está en el perdón.

El resentimiento a veces es la danza de las palabras no dichas.
El resentimiento es una tormenta dentro del corazón.
El resentimiento puede sanar con amor y disminuir con paciencia.

El resentimiento es una prueba del alma; quienes resisten se hacen más fuertes.
El resentimiento suele ser producto de malentendidos.
El resentimiento es un sentimiento que nos hace humanos; a veces crece, a veces cansa.
Soltar el resentimiento es la puerta hacia la libertad.
El resentimiento a veces es la amarga verdad de la realidad.
El resentimiento es una herida que sana con el tiempo.
El resentimiento, si no se olvida con amor, toma un lugar en el corazón.
El resentimiento es un viaje que termina con el perdón.