Los celos son un signo de inseguridad, no de amor.
Los celos son el sentimiento que más daño te hace.
El amor verdadero se alimenta de confianza, no de celos.

Los celos oscurecen el corazón y cansan el alma.
Los celos son el veneno que ensombrece el amor.
Sentir celos es humano; controlarlos es madurez.

Los celos son un espejo de tus carencias.
Los corazones que arden de celos a menudo no ven la verdadera felicidad.
Los celos destruyen personas, no relaciones.

Aprende a confiar en ti mismo en lugar de sentir celos.
Los celos son el mayor enemigo de la confianza en uno mismo.
La energía gastada en celos no alimenta el éxito.

Los celos son una prueba de valor, no de amor.
Los celos son producto del miedo, no del amor.
Manejar los celos es manejarse a uno mismo.
Los celos son las cadenas del corazón; la libertad es la llave.
Los celos pueden ser una pasión destructiva; el equilibrio salva vidas.
Los celos crecen donde falta la confianza mutua.
Las relaciones alimentadas por los celos no duran mucho.
Los celos son una forma de menospreciar tu propio valor.