Protegerte a ti mismo es la expresión más hermosa de respeto y amor.
Establecer límites es una señal del valor que te das.
Abre tu corazón, pero aprende a ser cauteloso para no salir lastimado.

Aceptar que no todos tienen buenas intenciones es libertad.
A veces necesitas distanciarte por tu propia paz.
Acércate con amor, pero no olvides decir no a quienes cruzan los límites del respeto.

Protegerte aumenta tu amor propio.
A veces no es silencio, sino establecer límites lo que se necesita.
Quienes conocen su valor, trazan sus límites.

No entregues tu corazón a las personas equivocadas, protégete.
No permitas que exploten tu buena voluntad.
El respeto propio no cambia el comportamiento de otros, pero te hace más fuerte.

Ser amoroso no significa tener límites poco claros.
Elige la distancia en lugar de menospreciarte.
Proteger tus límites es proteger tu libertad.
No dejes que la negatividad de otros te desgaste.
Quienes no pueden protegerse a sí mismos, no pueden proteger a otros.
El equilibrio en las relaciones comienza con límites.
Protege tu corazón porque es el tesoro más preciado.
Confía en las personas, pero no te pierdas a ti mismo.
Conocer tus límites es la base de relaciones saludables.
Quienes no conocen su valor se lastiman fácilmente.
Debes poder cerrar la puerta a quienes no siempre están a tu lado.
Protegerte no es debilidad; es valentía.
Sé selectivo; conoce bien a las personas a las que confías tu corazón.