1. La despedida es la palabra viva que nunca se pronuncia.
2. Los silencios más profundos se escuchan en las vibraciones del WhatsApp.
3. Cuando la tristeza se escribe, el corazón se abre sin pedir permiso.
4. Cada emoticón triste lleva una historia que el alma no quiere olvidar.
5. El dolor se envía en archivos sin nombre, porque a veces no cabe título.
6. En el espacio entre mensajes, el tiempo se detiene y el llanto se convierte en chispa.
7. La palabra “adiós” pesa más que los kilómetros que separan dos corazones.
8. La lágrima se convierte en pixeles cuando la tristeza se expresa digitalmente.
9. El eco de las palabras no enviadas sigue viviendo dentro del pecho.
10. Cuando la tristeza escribe, la esperanza también escribe con miedo.
11. Los mensajes sin respuesta son los fantasmas que habitan el teclado.
12. El latido lento del corazón se traduce en letras azules que no llegan a su destino.
13. La última frase antes del silencio es la señal de que todo se ha acabado.
14. La soledad se viste de emojis que nadie más entiende.
15. El dolor se transmite en cada segundo que pasa sin ser leído.
16. El mundo gestiona el duelo con notificaciones que se quedan sin responder.

17. El silencio de la pantalla refleja la ausencia de voces que ya no existen.
18. La distancia se vuelve más corta cuando el latido de la tristeza se envía en pantalla.
19. El coraje se escribe en palabras que pierden fuerza al ser guardadas.
20. Cuando el ánimo se descompone, el teclado se siente vacío.
21. La Lola de la tristeza viaja en la nube y a menudo se pierde sin rumbo.
22. El pecho se rompe al leer el texto que nunca se enviará.
23. La esperanza se aliena en el rincón del buzón sin reflexión.
24. La tinta invisible de la tristeza se derrama entre dos dedos.
25. La despedida final se escribe con la letra de un viento que cierra todas las puertas.